Porque pavo era de chico...
El otro día estaba pensando en esas anécdotas que uno contó de todas formas posibles, ante todos los auditorios imaginables y cuya gracia no decrece. (es decir, permanece en el nivel de "muy poco graciosa" desde el comienzo)
Entre ellas están las remanidisimas "Ayudante de Santa" (describiendo el hurto, respuesta y entrega de cartas de navidad), "Pasame la cinta, Gonzalito" (en donde se rememora un exitosísimo período de DJ en el exclusivo "salón-pizzería de Don Italo"), "Hola Susana" (con las surrealistas conversaciones que Entel nos permitía en la década del 80), "Quinto Comercial, concepto regular" (cinco años de tiernas travesuras que en un país serio conducirían a la cámara de gas) y "Che Colombo" (la que hoy nos ocupa)
Esta última es la más reciente y constaté, en informales conversaciones tamagotchianas, que muchos no la conocen en toda su dimensión.
Che Colombo
Contexto: aprox. 15 de febrero de 2002 (según me indica telefónicamente Dolores)
Reprogramación de depósitos de plazos fijos en Argentina.
Era viernes y el lunes comenzaba el quilombo de darles unos certificados a los ahorristas que "documenten bien" como los cagamos.
Como el trabajo era inmanejable, decidimos traer dos personas de la red de sucursales para trabajar en el área.
Nuestra cantera eran los "asesores de inversión", unos engreíditos más bien detestables que nos supieron dar algunas sorpresas positivas (lease Diego Grau) y algunos pasajes lisérgicos (Patricia Lugano).
Cabe destacar que yo no los elegía (ni los conocía bien, salvo por alguna capacitación) sino que me los mandaba el yosapa de turno que oficiaba de jefe.
Viernes 18:00 hs
Julián: Dolores, llamá a las dos personas que iban a venir el lunes y deciles si pueden venir ahora.
Dolores (10 minutos después): Viene Claudio Pavón, que estaba en la sucursal....Diego Grau estaba en la ruta camino al carnaval de Gualeguaychú...dice que si es muy importante suspende....
Julián: No, dejalo. (años después descubriría la causa de sus frecuentes fracturas de cadera)
Viernes 19:00 hs
Sentado con Fer Cloppet (Gerente Comercial del Banco y Amigo, no precisamente en ese orden) e Isabel (su mujer) en mi oficina.
Llega alguien que no conozco y con una familiaridad indigna de tamagtochi fundador me besa en la mejilla al tiempo que exclama:
"Que hacé' neneeeee"
Quiero mencionar, sólo como parámetro de referencia, que en ese momento teníamos unos cuatro niveles de diferencia en la organización. (E, insisto, estoy seguro de que nunca lo había visto antes)
Rapidamente es derivado a Dolores quien en la época se ocupaba de todo lo desagrable.
Voy a destacar (el relato sería eterno) las cosas que hizo el muchacho en 8 horas de trabajo.
Viernes 19:00: Beso y que hacé' neneeee
Viernes 21:00 : Funcionaria importante del banco que nos está dando una mano pregunta si necesitamos algo más, que si no se va. Le agradecemos y se retira. Dos minutos después vuelve a mencionar algo y él le dice con cara de galán (Roberto) "eeehhh....vos no te ibas?"
Viernes 23:00: Le digo que como hoy trabajó hasta tarde, el lunes puede llegar a las 10 (es una prueba para ver la actitud profesional del tipo. Si llega a las 10 después de todo un fin de semana de descanso, es un choto)
Lunes 10.35: Es un choto.
Lunes 10.36: Beso y que hacé' neneeeee
Lunes 11:00: Dolores (su jefe directa) le dice: "Andá a la sucursal a fijarte si el sistema anda porque tenemos algunas quejas)
Lunes 11:05: Dolores atiende el teléfono con evidente ansiedad y él repone (suenen redoblantes): "Eeee....BAJÁ UN CAMBIO, GORDITA!!!"
Lunes 11:30: Va al kiosco
Lunes 12:40: Vuelve del kiosco
Lunes 12:45: Dolores escribe un mail mientras él la mira trabajar (su computadora no funciona). En un momento el talentoso observador esboza un superado: "Te tiro letra?"
Lunes 13:00: Vengo corriendo de otro piso, como todo el día. Me detengo unos breves instantes para hablar con Dolores y escucho una voz que paraliza toda acción en el área:
"Chee Colombo...".
Levanto la vista sólo para escuchar desde la otra punta de la sala:
"Vos que andás por los pisos....conseguime un cable para la computadora"
Sin contestarle le digo a Dolores:
"Decile cuando puedas que la semana que viene vuelve a la sucursal"
Lunes 13:05: Se va a comer
Lunes 14:50: Vuelve de comer
Lunes 14:51: Llega y su silla está ocupada por una chica de otra área que estaba en reunión improvisada con el equipo. Sin él saber quien era (con el antecedente de que la mujer de Cloppet, por ejemplo, había estado ahí el viernes) le dice "es mi silla, pero si querés te podés sentar acá" (palmea su rodilla).
Lunes 14:52 - 18:00: Estado vegetativo.
A las 20 hs vuelvo, me entero de todo (soy consciente de que me estoy olvidando muchas cosas) y pido que lo llamen para avisarle que su paso por marketing ha tenido un aún más anticipado final.
Se ofrece para avisarle a Dieguito que no TIENEN que ir más (revelando sutilmente que cree que sólo una catástrofe global, masiva e indiscriminada puede explicar la interrupción de su venturosa carrera como ejecutivo de marketing)
Dolores le explica que Dieguito va a seguir viniendo (hecho providencial, porque Dieguito se transformó en Diego Grau, tamagotchi, exitoso profesional y, más importante, futuro padre de centenares de niños que portarán en sus genes el heredado "espasmo pélvico indiscriminado").
Unos meses más tarde, Diego se encuentra en una fiesta (!) con Claudio Pavón y se sucede el siguiente y pintoresco diálogo
Claudio Pavón: Che, Dieguito...te tengo que contar porque ME FUI de esa gerencia....
Diego Grau: ??
C.P.: Resulta que yo estuve muy boludo....el primer día llegué y le dije a Julián todo lo que estaba haciendo mal, y muchas ideas mías....y se ve que el pibe se asustó de que le sacara el puesto y me mandó de nuevo a la sucursal.
(la conversación podría haber seguido mucho, pero Diego ya estaba aparendose con la pierna de un Gerente Zonal)
Saludines
PD: Claudio Pavón tenía 33 años.