Aniversario (un año en São Paulo!!)
Un año en Brasil.
Pasó muchísimo más rápido que cualquiera de los dos años en México.
Desventajas:
1) Nos odian:
Con un odio alentado por nuestra indiferencia.
Por consciencia de que la falta de rivalidad de la otra parte es la señal más clara de que el partido terminó (o nunca existió).
Como parte de un principio cultural comunmente aceptado (como el que nos lleva a decir que la viveza es criolla, cuando nadie nunca midió la viveza extranjera).
Como personificación del enemigo que nunca tuvieron (no hubo guerra de independencia, ni tienen próceres).
Como reflejo involuntario de lo lejos que están de lo que desean ser (este es el país de la exhibición económica, con rematado orgullo por tener la "segunda mayor flota de helicopteros" o el "primer shopping de ultra lujo del mundo". Además de lo idiotas que suenan estas jactancias en boca de un tipo que no llega a fin de mes, no compran el "charme" que es lo que realmente ansían).
Me extiendo un poco en este punto porque puede ser causa del odio que nos profesan en todo el resto de latinoamérica también.
Nuestro azaroso e involuntario posicionamiento como país glamoroso.
Imaginemos una escena del próximo filme de James Bond: El protagonista (fachero, europeo, acento diferenciado) se sienta en un restaurante de lujo.
Pide un bleuboeufbois à trezeguet (bife de zochori argentino, con un poco de mermelada para darle un toque francés) acompanhado con vin malbec (argentino).
De pronto una orquesta completa (45 músicos, incluyendo nueve violines, dos clavicordios, piano de cola, tres oboes, y un terceto de triangulito, armónica-llavero y toc toc) comienza a interpretar el tango "Por una Cabeza" (si no les dá para imaginar, es sólo recordar las películas "perfume de mujer" o "mentiras verdaderas").
Ahí 007 comienza a danzar (mal) con una chica Bond (bien) que sostiene (mal) un clavel entre los dientes (bien).
Corta al plano posterior, en donde ambos se besan en la cama en un patético intento de hacernos creer que un inglés puede ser un dios de la pasión.
Al otro día (después de que él dinamitó el escondrijo del terrorista LIBIO, SIRIO, IRAQUI o de cualquier otra nacionalidad incomoda, marrón, barbuda y petrolera) ellos se encuentran en un partido de polo en el cual los jugadores que no se caen del caballo son argentinos.
Recapitulando: Argentina: Carne y vino tinto, danza con orquesta y smoking, deportes con caballos.
Resto de América Latina: frijoles y maiz, danza con pandereta y panza transpirada, tiro de piedras a carteles.
2) Polución:
Sempiterno olor a bosta en las adyacencias de las marginales Pinheiros y Tietê. Vias obligadas de transporte entre tu casa (donde quiera que esté) y tu trabajo (donde quiera que esté)
3) Inseguridad:
No voy a entrar en una discusión sobre el tema. Aquí va directamente mi teoría, convenientemente robada de un economista pulenta (como bien me sopla mi siempre memorioso amigo Hernán Argüiz, a quién llamé especialmente: el economista en cuestión es Donald McCluskey). Como ciudadano común, te conviene que haya una mafia.
La Mafia es el monopolio del delito y, como todo monopolio, no necesita ser eficiente.
En general tiene un sesgo hacia el precio y no hacia la cantidad (traduciendo: secuestros de millonarios, contratos con el gobierno, robos de caudales y tráfico de drogas en gran escala).
Pocos golpes altamente lucrativos en vez de numerosas golpizas a ancianas por once pesos.
En un mercado del delito competitivo, cualquier cosa que valga más que un boleto de bondi es sujeto de robo.
Bien. México es monopolio (policial?) y Brasil competencia perfecta.
Un ejemplo: El otro día estaba acá "la burra" (amiga colombiana, esposa del burro, amiga de la mosca y el mosco, a quienes conocimos en nuestro querido zoológico mexicano).
Salimos los tres a tomar algo un día de semana, en el barrio "más tranquilo" de SP. Cuando estabamos por subir a la camioneta, ellas venían hablando animadamente mientras yo guardaba la laptop en el baúl.
Felizmente yo no estaba envuelto en la conversación, lo que me sirvió para darme cuenta de que una moto con dos pibes pasaba a nuestro lado relativamente rápido.
Siempre una moto con dos jovenes es una señal de alarma y me apuré a subir a la camioneta.
En el tiempo que tardé, los tipos ya habían dado la vuelta y encaraban de contramano para nosotros.
Aceleré y les tiré el auto encima con un indisimulado instinto criminal. Nos esquivaron y huyeron, siempre de contramano y sin putearnos, en una señal evidente de que no tenían otras intenciones que las previstas.
4) Son llorones:
No hay códigos "de la calle".
Tal vez el tango nos haya enseñado preceptos como que un hombre para ser hombre no tiene que ser batidor, y el futbol máximas como: aguante y pegue calladito.
Acá todos los días un jugador sale a decir que un rival le dijo "cagón", que el técnico lo hizo correr más que a los demás y que la hinchada no lo alentó cuando él tenía que patear un penal.
Lo mismo los políticos, los actores y cuanta figura pública se aproxime a un micrófono.
En el trabajo, es todavía peor.
No existe el pensamiento. Acá el argumento de la autoridad es más importante que la autoridad del argumento. Así que la técnica de resolución de conflictos es pedirle a tu mamá que te defienda.
5) La revista Veja.
Ventajas:
1) A dos horas de Buenos Aires:
Es increíble la sensación de salir un día a la mañana de SP y llegar el mismo día, durante la misma mañana, a Buenos Aires.
Es muy difícil de explicar, pero hay una "sensación de proximidad" que hace que parezca que trabajás en otro barrio y no en otro país, a pesar de las diferencias idiomáticas y culturales.
2) "Gente Fina":
A pesar de ese defectito del materialismo orgulloso, el "te acuso con mi mamá" y el odio que nos tienen, la gente es de primera.
Simpáticos, buena onda, preocupados. Es muy difícil que no te sonrían cuando te hablan o que no te quieran ayudar.
Cómo siempre es un shock llamar a Buenos Aires, donde la telefonista de cualquier empresa considera una afrenta personal el que hayas llamado a SU número.
Como dice Podeti: Buenos Aires es la capital mundial de la cara de culo.
São Paulo es sin duda mejor en ese sentido.
3) Marketing:
El mejor lugar del mundo para aprender de marketing. Especialmente personal.
Son muy, muy buenos. Y todos los días lo exhiben de mil maneras.
4) Amor por la bandera:
Brasil y EEUU: los dos únicos países que consumen más música local que extranjera.
Tienen un orgullo de nacionalidad (muchas veces construido sobre ficciones o logros discutibles) que no estaría mal imitar.
Paradojicamente nos consideran más patriotas, pero todas las justificaciones recaen en la "garra" con que disputamos una pelota en el futbol.
5) La playa a 50 minutos:
Esto es lo mejor de lo mejor. Y no sólo es la playa. Montaña, pueblitos coloniales, parques de diversiones....precisamente lo que le falta a Buenos Aires....algo para hacer, fuera de Buenos Aires.
El simple hecho de salir un sábado a la mañana y estar a la tarde tomando sol en una isla con cocoteros justifica el vivir en São Paulo.
Ultimamente hemos descubierto algunos lugares increíbles a los que los llevaremos, convenientemente, en sus próximas visitas.
Caros tamagotchis:
Em resumo: a gente está contente mesmo de poder curtir São Paulo, relaxar na praia, comer uns petiscos nas lanchonettes e fazer todas as coisas que fazem de SP uma cidade do caralho.
Mas o que a gente gosta, mas gosta mesmo, é de ficar pertinho de nosso cantinho no mundo.
A charmosa, inesquecível, maravilhosa, empolgante e chiquérrima Buenos Aires.
Que além de tudo, é NOSSA.
Abraços molecada!!!!
posted by Julián @ 1:40 p. m.
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